La pandemia de COVID-19 llevó a muchas empresas físicas a reconocer y aprovechar las bondades del marketing digital. Hoy, a más de dos años de la adopción forzada de la modalidad Home Office, pocos están dispuestos a desprenderse de ella por completo. Todo esto ha llevado a más público a Internet y las redes sociales; por ende, el plan de acción para vender no solo se centrará en los espacios físicos.
Pero hacer marketing digital no es tarea simple ni mucho menos conviene lanzar estrategias a diestra y siniestra. Tal y como en el tradicional, es necesario hacer estudios de mercado y, sobre todo, conocer las tendencias dentro y fuera del mismo. Y aunque lo común es hablar de ello a inicios de año, hacerlo a la mitad para considerar las perspectivas actuales no está demás. Aquí hablamos de la segunda mitad de 2022.
La seguridad de los datos cada vez es más importante
A estas alturas, ya no es un tabú que las empresas digitales se han nutrido de los datos recolectados en Internet por largo tiempo. Tal ha sido la revelación que durante los últimos años se han establecido políticas internacionales y nacionales relacionadas con el manejo de estos. Con ello, se busca educar a los internautas respecto a lo que ocurre cada vez que ingresan a un sitio web desde su ordenador o teléfono celular.
En consecuencia, el mercado se ha vuelto mucho más dinámico. Como los negocios se enfocan en las necesidades, ahora el interés no radica únicamente en obtener datos, sino también en protegerlos. En parte por ello han surgido actualizaciones muy drásticas como del sistema iOS14 que modificó la forma en que se recopilan. Asimismo, algunos navegadores han eliminado las cookies de terceros.
Y si bien esto es algo que se vislumbraba desde finales del año pasado, la tendencia promete mantenerse por mucho tiempo. Esto ha llevado a que el marketing digital se desafíe a sí mismo. Con esta perspectiva, parece lógico que la forma más ilesa de crear una presencia sólida en Internet sea generando contenido valioso para el público; además de proteger la privacidad del público en juego.
El posicionamiento orgánico también es útil
En el marketing digital, el posicionamiento SEM y el SEO son dos estrategias que, implementadas conjuntamente, pueden dar muy buenos resultados. Muchos deciden optar por el primero solo y ciertamente funciona para generar tráfico; sin embargo, el segundo es vital para la construcción de identidad, la educación del público y para convertirse en una referencia. Prescindir de este no es una opción.
El marketing de contenidos seguirá siendo efectivo
Todo esto nos lleva a un punto del que probablemente muchos ya están conscientes: la importancia de la calidad de las publicaciones que hacemos. Con ello no nos referimos solo a creativos repletos de color y diseños atractivos, sino también al texto y la composición general de estos. En este sentido, el marketing de contenidos es un componente imprescindible para las estrategias de marketing digital.
Ya no se trata de publicar contenido útil o que resuelva dudas concretas; este también debería estimular la interacción de la empresa o freelancer con su público y clientes. Recordemos que el objetivo no es solo vender una vez, sino fidelizar y, al mismo tiempo, darle forma a nuestra identidad digital. Para ello, las respuestas a comentarios en las redes sociales o a campañas pagas en Google o Facebook son muy importantes.
Los especialistas en marketing digital están al tanto de ello por lo que están priorizando el uso de otras herramientas y estrategias. Por ejemplo, la redacción y diseño de landing pages para dar a conocer un producto, incluyendo en ellas formularios o vías de contacto. De este modo, pueden recolectar datos valiosos para la creación de listas de clientes potenciales para uso en retargeting y remarketing.
Incremento de presupuestos a la vista
Hace algunos años, el posicionamiento en buscadores y redes sociales era un poco más sencillo, dependiendo además de menos factores. Ahora la historia es muy diferente: los algoritmos evolucionan continuamente y la competencia es enorme gracias a la migración de muchas empresas a Internet. En consecuencia, tenemos que ofrecer más, ya sea en calidad o en cantidad, para sobresalir.
Dicho esto, es lógico esperar que los presupuestos dirigidos a las estrategias de marketing digital se incrementen. Si mantenemos la inversión inicial cuando los demás aportan más, tanto en dinero como en contenido o calidad de servicio, los resultados podrían ser decepcionantes. Para 2022 y el año entrante, lo conveniente será ser realistas y buscar asesoría para saber qué porcentaje aumentar.